La casa

Lugar de descanso

Eira Gundián es una pequeña casa de aldea, rehabilitada de forma respetuosa con la arquitectura tradicional de la zona, y con un diseño contemporáneo. Está situada bajo una “carballeira”, en el valle del Río Ulla. Rodeada de la serenidad de la naturaleza, y bañada por el sonido de los pájaros y el río, es el lugar perfecto para respirar tranquilidad, y refugiarse del estrés.

Los grandes ventanales que posee la casa permiten contemplar la belleza del paisaje, cambiante de color según las estaciones. Cuenta con tres exclusivas habitaciones con baño privado, y un amplio salón con chimenea, desde el que poder disfrutar de una tarde de lectura o de descanso.

La finca

La paz de la naturaleza

Los espacios exteriores, aunque ordenados, se fusionan con el entorno de salvaje vegetación. Su ubicación, próxima al río permite oír el murmullo del Ulla atravesando el valle. En medio de frondosos bosques los pájaros complementan la banda sonora. Bubelas, pájaros carpintero, águilas, pero también ardillas o incluso los peces de nuestro estanque serán los anfitriones de la estancia.

Pasear por la finca y descubrir los distintos rincones y las vistas del paisaje puede ser el pasatiempo perfecto. El jardín de aromáticas, la huerta en bancales, el jardín de invierno, el estanque, la fuente, o simplemente dejar pasar el tiempo contemplando las vistas de la puesta de sol sumergido en la pequeña piscina.

Los alrededores

De lo natural a lo actual

A unos metros se encuentra el Santuario de la Virgen de Gundián, ermita del antiguo monasterio de San Xoán da Cova que estaba situado al otro lado del río y que fue destruido por una crecida en el S. XVII. Caminando por la parte posterior de este, actualmente los protagonistas del valle son los puentes del ferrocarril. El más antiguo, de piedra e inaugurado en 1958, es accesible. Atravesarlo aflora las emociones,  sentir el viento, la altitud, las inmensas vistas, no apto para vertiginosos. Más vanguardista, el puente de la línea de alta velocidad finalizado en 2011 corona el estrecho del río. Ambos siguen en funcionamiento hoy en día, y presentan una gran relevancia arquitectónica.

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